MI PRIMER PASO HACIA UNA VIDA SOSTENIBLE
¿POR QUÉ INICIÉ UNA VIDA SOSTENIBLE?
Llegó un momento en donde hice conciencia de mi relación con la naturaleza y como mis acciones la pueden afectar positiva o negativamente y fue ahí donde empecé a buscar información de prácticas que podría adoptar para llevar una vida sostenible.
Empecé a hacer pequeños cambios en mi hogar, pequeños y fáciles (pensé) pero no, no es fácil porque te siempre va a ser más fácil mantener los hábitos y rutinas que ya conoces y que ya tienes… pero alto ahí… ya hice conciencia así que pa`lante porque este planeta necesita mucho amor y cuando #dasamorrecibesamor.
Los Residuos
En casa iniciamos con una correcta separación de los residuos, bolsa negra con: residuos orgánicos (inicié hace 3 años), papeles del baño, el barrido del piso, desechos de las plantas, icopor (ya hablaremos de este material), papeles de comida empacada y congelada sucios, bolsa blanca con: botellas plásticas, cartón limpio y papel de archivo. Así lo maneje durante algún tiempo pero fue decepcionante cuando me di cuenta que los recicladores no se llevaban muchas cosas y terminaba recogiéndolas el camión de la basura y así directo al relleno sanitario.
La Ropa
Me encanta la ropa y tengo mi propio concepto referente a lo que es moda así que si lo pienso bien mi primer cambio hacia una vida sostenible fue el ser más responsable en la compra de ropa.
Hace más de 10 años viví en Madrid (España) y al llegar allá enloquecí un poco con el tema de la ropa porque había cosas diferentes que me encantaban a unos precios muy pero muy económicos con respecto a los de mi ciudad natal. Durante el tiempo que viví allí cada estación y cada temporada de rebajas era una excusa para comprar más y más ropa, sin tener en cuenta si la necesitaba, de donde venía, el material, quien la había hecho y mucho menos cuál era el impacto de estos residuos textiles en el medio ambiente.
Llegó el día de regresar a mi ciudad y por supuesto tenía que empacar, en ese preciso momento fue cuando una ola de 20 metros me golpeo y me dio una revolcada, porque me encontraba frente a una montaña de ropa y zapatos encima de la cama; y pensé: “¿de donde salió todo esto?” “¿necesito tanto?” “¿que vacío estoy llenando?” “no me voy a poder llevar esto” “¿que voy a hacer con lo que no me voy a llevar?” ; estuve pasmada por varios minutos viendo la cantidad de ropa y me dije a mi misma: “mi misma vamos a seleccionar la ropa que este en mejor estado, de esa la que más me guste y que pueda usar en mi ciudad”. Al hacer la selección el tamaño de la montaña disminuyó pero tenía que seguir filtrando para disminuir más su tamaño y empecé a empacar, complete el peso permitido por la aerolínea y me lleve puestos varios abrigos que no entraron en las maletas.
Al pensar en la cantidad de ropa que logré acumular me sentí muy mal conmigo misma porque pude haber evitado ese desperdicio de material textil, sin embargo, este fue a una planta procesadora y transformadora de este tipo de desechos.
A partir de ese momento de reflexión hice pequeños cambios en mi consumo de ropa, cada seis meses observaba mi armario y sacaba las prendas que ya no utilizaba, si compraba por ejemplo una pijama sacaba una que ya no fuera usar y así con todo mi armario.
Al aterrizar en nuestro país la mayoría de las marcas que practican el fast fashion, generaron un alto daño a la sociedad. Primero porque dichas marcas se volvieron aspiracionales para muchas personas, incrementando su consumo de este tipo de prendas, sin importar el costo social económico que podría representar para ellos; Segundo, en una sociedad donde es más importante la marca de la ropa que usas que tus propios valores, genera una ansiedad por la inclusión de “clase” el sentirse parte sin importar si hay que endeudarse para conseguir ropa de marca y de muy baja calidad; tercero este tipo de marcas dominan de tal forma el mercado textil que generan las tendencias de la moda y la uniformidad de la vestimenta en la calle. Es importante resaltar que las casas matrices de la mayoría de las marcas que trabajan el fast fashion provienen de países con estaciones, cosa que no sucede en nuestro país y es aquí donde me pregunto. ¿Donde queda la diversidad?, ¿Cuál es la creatividad al momento de vestirse?, ¿Y donde esta el aprecio por la etiqueta HECHO EN COLOMBIA?
La vida sostenible con nuestro medio ambiente, es pensar como desde nuestro metro cuadrado podemos hacer cambios en nuestro día a día. Ser conscientes de que cada decisión que tomamos puede afectar el planeta. No se trata de vivir angustiados por si estamos actuando bien o no, se trata de ser realistas y menos egoístas.